Mañana comienza la vuelta al cole en Asturias, y con ella llega la rutina y la cotidianidad. No me preocupa.
Es emocionante esperar lo cotidiano como algo especial. Es bonito vivir la rutina con ilusión, calma y esperanza por lo nuevo que ha de llegar.
En este nuevo comienzo, me pregunto:
¿Qué pasaría si todas las personas creáramos una rutina tan bonita que no fuera tan necesario lo excepcional?
Una rutina tan amable que sonriéramos cada mañana agradecidas simplemente por existir, por caminar, por despertar un día más.
¿Qué pasaría si abrazáramos lo cotidiano de verdad?
Porque esa rutina es la vida real, y nuestras vidas se crean día a día, paso a paso. Nuestra existencia no se compone de grandes ocasiones y festejos excepcionales.
La vida es hoy.
Ese café calentito de la mañana, esos abrazos diarios, el sonido de la lluvia sobre nuestro paraguas en un día de lluvia, una mirada sincera, las risas de nuestros hijos al despertar… Y tantos momentos más.
¿Qué pasaría si eligiéramos vivir nuestras rutinas con ilusión, aceptación y esperanza auténtica?
Quizás, sólo quizás, podríamos afrontar el trabajo con una sonrisa contagiosa, una que viaje y se expanda hacía otras vidas. Sonrisas que atraigan sonrisas. Sonrisas que iluminen senderos y que atraigan más luz, más belleza, más calma a nuestra vida y a nuestro hogar.
¿Y lo malo que no podemos evitar?
Convertirlo en aprendizaje. No se me ocurre mejor solución que aprender del error, del dolor, de la oscuridad y avanzar. Siempre avanzar.
Vestir nuestra vida de hermosos colores, y dirigir bien nuestras valiosas miradas.
¿Hacia dónde?
Hacia esa bonita rutina que vamos a crear.
Hacia lo que sí tenemos en nuestras vidas.
Hacia las personas bonitas que nos inspiran y acompañan en nuestro caminar.
Hacia la luz, las risas y la paz.
¿Y tú? ¿Cómo vas a hacer tu rutina mas amable en este nuevo despertar?
Feliz comienzo de curso 2025-2026.
Lo mejor está por llegar 💜
Ariana
Ariana Tijerín Valdés 
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