Querida mimosa

Querida mimosa,

¿Qué te pasa? Te noto tímida. Se acerca la primavera, y tú, mi querida mimosa tostada, no luces brillante y dorada.

¿Estás triste? Lo sé, el tiempo pasa, lo ves todo desde tan arriba que el correr del reloj te rebasa. A veces, te abruma, pero nunca te acobarda.

¿Has visto cómo has crecido? Lo sabes, tu especie crece el doble hacia el cielo, que hacia la tierra, por eso te sientes cansada.

¿Te pesan tus ramas? Lo sé, tranquila, después de tu floración aliviaremos tu carga. No tengas prisa, florece como el sol y brilla entre las montañas.

¿Te cuesta brillar entre tantos árboles grises? Recuerda, has nacido para hacerlo. Las mimosas oleis a verdad y a vida, sois hermosas de un modo único e indescriptible. 

No te temas a ti misma.

Brillar, para ti, es lo natural.

Date tu tiempo, no tengas miedo a deslumbrar. 

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Querida mimosa, 

¡Qué hermosa estás! No ha pasado ni una semana y tú, bonita mía, luces radiante y dorada. Tú que tenías tanto miedo a brillar aquella mañana.

¡Te noto relajada! Lo sé, es el regalo por dejarte ser, sin esconderte por miedo a resaltar, sin esconderte por miedo a brillar.

¡Estás inmensa! Lo sabes, ya no te pesan tus ramas, es la misma carga y, en cambio, las llevas con orgullo y relajada.

¡Y no estás sola! Las mariposas y las abejas te acompañan, ellas entienden tu brillo, ellas disfrutan contigo en tu bonita morada.

¡Felicidades, preciosa! Lo has logrado, disfruta tu despertar, ya sabes que pronto pasará. “Todo pasa” decía aquel cantar.

Muévete con el viento, vive tu momento, y recuerda, mi querida amiga, el próximo invierno no tengas miedo a resaltar. No importa que seas la primera en fulgurar. 

Llegará tu momento de nuevo, y debes volver a vibrar; no prives a las abejas de tu polen, no prives a las mariposas de acompañarte en tu despertar.

Tranquila.

Disfruta de tu propia capacidad.

Párate a oler tus propias flores.

Y nunca, nunca, dejes de brillar.

Ariana, Febrero de 2025

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