Justo ayer por la mañana le contaba a mi hija que en Estados Unidos el modo de responder a un Thank you, es You’re welcome que, como sabes, significa “Tú seas bienvenido”.
Es curioso que, justo ayer de tarde, una amiga nos haya explicado, y demostrado, un precioso modo de hacernos sentir bienvenidas en su hogar.
Nos contó que, en Marruecos, cuando vas de visita a casa de familiares y amistades queridas, es fácil que las mujeres acaben haciéndose tatuajes de Henna. También se hace en bodas y otros festejos alegres. Es un modo de celebrar la buena compañía y la felicidad de compartir esos valiosos momentos juntas.
Ayer, no sólo me sentí muy bienvenida, me sentí muy privilegiada.
Porque sé que cuando alguien te abre las puertas de su hogar; te está abriendo, un poquito más, las de su corazón.
Que alguien confíe en ti para mostrarte el escenario donde transcurre su vida es un vínculo de confianza sagrado, algo que no tiene precio.
¡Bueno, sí!
¿Sabes cómo se paga esa confianza?
Para mí, como todo lo bueno que te ofrece la vida: con la misma moneda.
Con más confianza.
Con lealtad.
No hablamos de lo que vemos o vivimos en casa de otra persona. Y si lo hacemos, decimos sólo aspectos positivos. Sólo Amor debe de salir de nuestros labios.
Eso es la lealtad:
Lo que pasa en tu casa, se queda en tu casa.
Lo que me ofrece tu corazón, se queda en el mío.
Y en mi corazón, ayer, se quedaron un montón de risas, aprendizajes y mucho, mucho cariño.
Y en mi cuerpo, una rica tortilla y un montón de preciosos dibujos tatuados con amor.
Porque qué bonito es caminar en buena compañía, ¿verdad?
Ariana Tijerín Valdés 
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